Gimnasio Kata

Gimnasio Kata

sábado, 20 de octubre de 2012

Judo. Su enseñanza en niños



¿QUÉ PUEDE APORTAR EL JUDO A TU HIJO?

JUDO ¿Por qué JUDO?
  El JUDO, es  declarado por la UNESCO como el deporte más aconsejable desde la infancia hasta los catorce años, entre otras razones porque aporta a través del juego factores esenciales para el desarrollo del niño como individuo.
  Aunque en apariencia, el judo es un deporte de lucha, fundamentalmente, tal y como lo entendemos los profesionales que nos dedicamos a la enseñanza del judo, se trata de un deporte educativo con un amplio componente socializador, empezando por el respeto hacia el compañero, el autocontrol, la disciplina, el esfuerzo y la superación constante basada en el progreso y confianza en uno mismo.

¿Cómo complementa el JUDO la educación de tu hijo?
  En un entorno protegido y completamente controlado como el TATAMI, los niños encuentran un ambiente saludable y seguro dónde interactuar. Como no todos los niños son iguales, ni atraviesan las mismas etapas, el JUDO educa a partir de sus personalidades. Para niños con problemas de autocontrol, hiperactividad, etc.  La práctica del judo les permite atemperar su carácter y canalizar esa energía en un ámbito definido, con reglas claras. A los niños tímidos o introvertidos, el Judo les aporta confianza y seguridad en sí mismos, afirmándoles en su personalidad e integrándolos a un ambiente de sana camaradería. Y los niños responsables y serios que practican Judo reafirman su respeto por los demás y por uno mismo, en un ambiente en el que están cómodos.
Existe un tipo de JUDO para cada edad. Completamente integrado en las características individuales de cada niño y la etapa que atraviesa.
  En las primeras etapas, el JUDO de iniciación proporciona, a través del juego y el contacto con los compañeros, seguridad y confianza en uno mismo, control de las normas y conocimiento de sus posibilidades.
  En la etapa escolar el JUDO de escuela canaliza, con los juegos de resistencia, emociones y miedos. Enfatiza la superación de retos en base al respeto mutuo, el continuo aprendizaje y crea conductas adecuadas.
  En la etapa avanzada,  el JUDO de perfeccionamiento encuentra en la competición el desarrollo de estrategias, la elección de  las prioridades más óptimas y una mejor planificación de  resultados.  Plantea la  derrota como el punto del que se  mejora y muestra el respeto por el contrario como algo fundamental para crecer y superarse. En la última fase,  el JUDO de enseñanza ofrece, a través de La Maestría del Cinturón Negro, poner todo lo aprendido al servicio de los nuevos niños que ingresan en la escuela, transmitiendo tanto conocimientos como ejemplo y, enseñando y aprendiendo gracias a los alumnos.

¿Dónde practicamos JUDO?
  El DOJO es el lugar donde se practica JUDO. Este lugar se acondiciona especialmente: en la sala del gimnasio destinada para tal fin colocamos una superficie cubierta con material acolchado llamado tatami. Los tatamis sirven para absorber el impacto de las caídas. Todo se estudia para evitar los golpes. Es una zona  compuesta por planchas de goma espuma, poliuretano de una densidad mínima de 200 Kgrs/m3 y cubiertas por una lona, con unas características que ofrecen una buena elasticidad para las caídas, así como una determinada tonicidad para los desplazamientos rápidos que se practican.
Dentro del Dojo debemos respetar las normas rituales que nos impone nuestra disciplina y nos enseña el profesor. La relación entre el profesor y el alumno debe estar basada en el respeto, la confianza y la estima mutua. El profesor debe brindar conocimiento y, a la vez, aprender de sus alumnos.

¿Y después del JUDO?
El camino iniciado con el JUDO no termina con la enseñanza adquirida pues el carácter formado acompañará a  los que practicaron  este deporte durante el resto de su vida.
Es común entre los que lo practicaron:
  El autocontrol personal, el respeto al contrario y el reglamento. Como en la mayoría de los deportes orientales de lucha, la deportividad está por encima de todo.
  Una aceptación de valores necesarios  en los niños, adolescentes y jóvenes para mantenerse firmes ante influencias que atentan contra su buena formación.
  Una condición física saludable, gusto por buenos hábitos y templanza para afrontar retos.
  Buena capacitación para trabajar en equipo, plantear respuestas, aunar esfuerzos en grupo, encontrar soluciones y tomar decisiones.

¿Qué es y para qué sirve la licencia federativa de  JUDO? 
-Incluye multitud de ventajas, como poder acceder en su día a ser Cinturón Negro.
-Reconocer el grado (cinturón). Con la pegatina o sello correspondiente firmado y sellado por su Maestro titulado,  constará oficialmente el Cinturón del Judoca en la Federación Madrileña y Española de Judo.
El no estar federado supone que el cinturón y/o el aprendizaje no está reconocido.
El grado es algo adquirido, es decir, es para siempre, independientemente de que el deportista esté una o varias temporadas alejado del Judo, el cinturón que ha conseguido tendrá validez siempre en cualquier punto del territorio Nacional.
-Seguro Médico cubriendo cualquier tipo de lesión deportiva practicando Judo en el Club o Colegio y en cualquier evento relacionado y llevado a cabo por el Club o Maestro, Profesor, Entrenador y la Federación.
-Da derecho a los alumnos/as a  participar en actividades como: Campeonatos, Cursos, Entrenamientos con otros Colegios, Exhibiciones, Festivales etc.…
-Y LO MÁS IMPORTANTE, le garantiza que su hijo esté con un profesor titulado y reconocido por la Federación Madrileña de Judo y D.A. y el Consejo Superior de Deportes, y que la enseñanza que recibe está homologada y reconocida desde el primer instante.
DESGLOSE DEL DOCUMENTO DEPORTIVO
Este es un pequeño libro en el cual se agrupa la siguiente información:
-         Datos personales del deportista.
-         Las Licencias según año (Pegatina federativa).
-         Normas de actuación en caso de accidente deportivo
-         Grados (Kyus) firmados por Profesores Titulados (Pegatina federativa)
-         Cursos realizados por el deportista (Sello federativo)
-         Entrenamientos realizados por el deportista (Sello federativo)
-         Competiciones de pase de grado (Puntos y sello federativo) 
Este documento debe guardarse en un lugar seguro, el día de mañana lo podemos necesitar por si quisiéramos opositar en cualquier rama de seguridad, bien del Estado (Policías locales o Nacionales, Guardia Civil...) o  Privada, aumentándonos el baremo de calificaciones finales. En otras carreras como INEF además de otros beneficios directos, nos servirá de gran ayuda para varias asignaturas, etc. Todo ello dependiendo del grado que hayamos conseguido....


martes, 9 de octubre de 2012

Licencia federativa Judo / Jiu jitsu


Recordamos a nuestros deportistas de las categorías, tanto de la disciplina de Judo como de la de Jiu-Jitsu que desde el 1 de Octubre del 2012 estamos sin licencia federativa, y tenemos que renovar o tramitarlas lo antes posible.

Las licencias federativas son anuales. Como ya sabéis dichas licencias sirven para:


- Reconocer el grado (cinturón). El no estar federado supone que el cinturón o el aprendizaje no está reconocido. 
Y en este caso es para siempre, independientemente de que el deportista esté una temporada alejado del Judo / Jiu-Jitsu, el cinturón que ha conseguido tendría validez siempre en cualquier punto del territorio español.

- Poder participar en todas las actividades organizadas por 

la Federación Madrileña de Judo y D.A. Entrenamientos, festivales, competiciones....
.
- Tener un seguro médico deportivo específico, que por otra parte es obligatorio al realizar una actividad federada.
.
- Y LO MÁS IMPORTANTE, le garantiza que su hijo esté con un profesor titulado y reconocido por la Federación Madrileña de Judo y Deportes Asociados, y que la enseñanza que recibe está homologada y reconocida desde el primer instante.


sábado, 6 de octubre de 2012

Vítor





   Vaya este "Vítor" al reconocimiento de nuestro Sensei, Javier Sanz M. como educador, profesor, preparador, entrenador y ante todo amigo, por su trayectoria en la enseñanza del Judo y del Jiu jitsu. Elevar su categoria a la de Doctor en estas disciplinas quizás sea quedarse corto.

   Según la Real Academia de la Lengua, un Vítor es un "letrero escrito directamente sobre la pared, o sobre un cartel o tablilla, en aplauso de una persona por alguna hazaña, acción o promoción gloriosa. Suele contener la palabra víctor o vítor".  

   La historia nos enseña que un Vítor  (¡Viva! en latín) puede ser considerado como un grafiti antiguo, suele ir acompañado por las letras V, I, T, O, y R formando un anagrama. Procede de los legionarios romanos, que los llevaban en sus escudos como símbolo de victoria, y suele estar hecho con sangre de toro y aceite o con pigmentos vegetales, pero siempre en color rojo.

   En la Universidad de Salamanca se le añadió posteriormente al anagrama algo parecido a una C invertida aludiendo al Papa Benedicto XIII, el Papa Luna, en cuyo escudo de armas aparece esta figura, pero en la Catedral de Granada permanecieron estas inscripciones con sus letras originales en honor de personajes religiosos y civiles.

   En Salamanca se usaba desde antiguo en los usos de la Universidad: la culminación de los estudios era la obtención del título de Doctor y los compañeros escribían el Vítor en cualquier pared libre que encontraban. 

Este símbolo fue utilizado políticamente durante el franquismo, pues desde la Ley Moyano de 1857, hasta 1954, la única Universidad que expedía títulos de Doctor era la Central ( la de Madrid) y, por tanto, al llegar la guerra civil llevaba 80 años en desuso. A partir de 1954 volvió a utilizarse para los doctores, aunque de tamaño reducido y en sitios muy delimitados.

Quizás uno de los primeros Vítores que se hicieron a Franco se pintó en la Fachada de la Catedral Nueva ( y allí permaneció hasta el final de la dictadura), con la inscripción "Francisco Franco, Miles Gloriosus", lo que traducido al latín quiere decir Francisco Franco, soldado Fanfarrón, en referencia a una de las obras mas conocidas del dramaturgo latino Pauto (Sárnina, Romaña, 254 a. C. - Roma, 184 a. C.).